Giordano Bruno… El alma del Universo como principio creador y constitutivo
del mundo
Giordano Bruno fue un gran filósofo que fue
juzgado por la inquisición injustamente y quemado en la hoguera, un mártir de
la filosofía que dio la vida por su verdad. Una muestra más de que los que se
encuentran encumbrados por el poder tiemblan ante las ideas expuesta por los
grandes pensadores que han cruzado este mundo para dejar sus huellas bien
marcadas. Injusticias como las cometidas con Jesús de Nazaret, San Juan
Bautista, Sócrates, Juana de Arco, Lavoisier, Nicolás Copérnico, Galileo y el mismo
Spinoza, pesan hoy sobre las espaldas de aquellos que abusaron de su poderío por
miedo a perder el control, la hegemonía, la perpetuidad.
He aquí uno de los escritos de Giordano Bruno por
lo cual fue juzgado de panteísta e influyó notablemente para ser llevado a la
hoguera:
“El alma del Universo es el
principio creador y constitutivo del mundo… Dios está en cada hoja de hierba,
en cada grano de arena y en cada
partícula que flota en el aire… La Mente
Universal se encuentra en todas las cosas, pues todo lo que existe,
tanto la materia como el espíritu, es divino… La misma fuerza que se manifiesta
en el espacio infinito vive también en la más pequeña de cada una de las
partículas… Tanto lo grande como lo pequeño son una misma cosa, pues cada átomo
es en sí mismo el espejo del universo entero… Las cosas difieren entre sí,
únicamente con respecto a los cuerpos por medio de los que se manifiestan, pues
en el fondo todas las cosas son una misma. De ahí que si pudiéramos destruir un
solo átomo, podríamos también destruir el Universo entero. Son sus distintos
cuerpos, lo que hace que las almas parezcan superiores unas a otras. En el
fondo todas las almas son una misma”.
“El proceso de la evolución es lento y está lleno de obstáculos. Así como
nuestra Tierra se ha venido formando y perfeccionando poco a poco por medio de
cataclismos, terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, etc., asimismo el
alma humana se viene perfeccionando por medio del sufrimiento y de las
dificultades que tiene que vencer. Sin el sufrimiento nuestro espíritu
permanecerá estacionario, atrasado…
De ahí se sigue que todo lo que llamamos “mal” es un “bien” que no podemos
entender. En otros términos el mal es una relatividad… Individualmente nada es
perfecto en la Naturaleza, pues todo se
encuentra en estado de evolución. Colectivamente. El Todo si es perfecto. Para
el que tiene siempre en cuenta el Todo y no sus partes, no existe el mal. El
sufrimiento es una necesidad, pues, gracias a él, es que podemos evolucionar.
Comprender la necesidad del sufrimiento es comprender el destino, y comprender
el destino es haber alcanzado el más
alto grado de sabiduría. Comprender el destino es lo mismo que llegar a ser
consciente de nuestra unión con Dios. Al comprender nuestra unión con Dios, con
el Todo, nuestro pecho se henchirá de amor por todas las cosas. Por lo tanto no
existe sino una sola religión verdadera, y es la religión del amor universal”.
“Debemos acabar con la superstición, recordemos que las cosas que creemos comprender
son tan maravillosas y divinas, como las que no podemos comprender. El objeto
de la vida consiste en poder comprender el destino, pues ese conocimiento es lo
único que puede llevar a hacernos conscientes de nuestra unión con el Infinito,
con Dios, que es la verdadera redención. Sólo es feliz quien ve las cosas con
los ojos de la razón, el principio de la verdad… El objeto de la vida es
alcanzar, la verdadera sabiduría, la verdadera moral, la verdadera justicia, la
liberación de nuestro espíritu del error, y el conocimiento consciente de
nuestra unidad con Dios…”
El presente texto fue extraído del libro: Pitágoras, Padre de la sabiduría. Diógenes, El atleta de la voluntad.
Giordano Bruno, el Mártir más auténtico de la historia. Autor: Carlos
Brandt.
que como te gustaría que te sorprendiese la muerte, de ninguna forma ((teclear: viaje interestelar aceleración constante inmortalidad))
ResponderEliminar...viaje interestelar aceleración constante (sin religión, sin pontífices)... ahí está el pontífice de turno con su careto de bonachón como si nada, después de haber declarado dos veces a los medios que "la III Guerra Mundial ya ha comenzado", miserable. Después de pedir "perdón" por sus crímenes de Inquisición, hay un libro Vatic-ano en el que "aclaran" que el juicio en el que condenaron a la hoguera a Giordano Bruno por decir que había E.T. fué "justo y ponderado", malditos curas criminales y homovicios. Ahí siguen todavía con sus guerras de religión matándose los unos a los otros y los otros a los unos a ver quien tiene "un dios más grande", malditos. Hay que decir ya que LA RELIGIÓN ES MENTIRA y una basura infecta. Fuera.
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