Frases

¿Cómo te gustaría que te sorprendiese la muerte? En lo que a mí respecta, yo quisiera que me sorprendiese ocupado en algo grande y generoso, en algo digno de un hombre y útil a los demás; no me importaría tampoco que me sorprendiese ocupado en corregirme y atento a mis deberes, con el objeto de poder levantar hacia el cielo mis manos puras y decir a los dioses: “He procurado no deshonraros ni descuidar aquellas facultades que me disteis para que pudiera conoceros y serviros. Éste es el uso que he hecho de mis sentidos y de mi inteligencia […]

Epicteto

sábado, 26 de abril de 2014

Vivir con la muerte



 Todos hemos de hacer frente al acontecer de la vida y la muerte. Tanto si las percibimos en el declinar de un anciano o en el nacimiento de un niño, el nacimiento y la muerte forman parte de la vida. La filosofía, la ciencia, la religión y las artes, todas hacen referencia al nacimiento y la muerte, a la muerte o al renacimiento. ¿Acaso no nos preguntamos todos qué sucede cuando nos morimos? ¿Es simplemente la muerte nuestro fin? ¿Qué significa para nosotros? ¿Cómo podemos hacer nuestra vida más plena de sentido?
Aunque existen muchas religiones y culturas, todas, sin embargo comparten al menos un principio común: Todas tienen ritos, rituales y especialistas para tratar el hecho de la muerte y del morir. Tales ritos nos proporcionan seguridad ante la fragilidad e inseguridad de la existencia. ¿Seguiremos existiendo? ¿Será nuestro brusco final? ¿Habrá algo más? ¿Qué pasa con el cielo? ¿Y el infierno? ¿Existirá una vida después? ¿Nos enfrentaremos a Dios o al karma? ¿Verdad o consecuencias? ¿Cómo podemos saber de forma cierta algo de esto? ¿Se podrá comprobar, o es sólo un mito y una imaginación en las que se nos dice que creamos y confiemos? ¿Hemos de creer a aquellas personas que afirman que han tenido experiencia post morten? ¿Hemos de creer a Edgar Cayce y a los psíquicos? ¿Hemos de creer a los lamas encarnados, muchos de los cuales dicen que recuerdan su vidas pasadas y parece que tienen cierto control consciente sobre el proceso, como si evolucionaran, por gusto, a través de los diferentes niveles de una escuela de vida espiritual? ¿Cómo podemos saberlo? ¿Quién lo sabe?

Los budistas han comprendido que el observar el hecho de la propia muerte nos ayuda a focalizarla y a prepararla. La vida espiritual, el viaje del despertar y de dar sentido a nuestras vidas mientras aprendemos a amar es, en realidad, tanto una materia de vida como de muerte. La fragilidad de la misma vida nos ayuda a estar plenamente despiertos en el momento presente.

Lo que  ofrece el budismo tibetano con sus enseñanzas pragmáticas y éticas, para una vida de aquí y ahora, es un modo de tratar con la experiencia de la muerte misma, lo que constituye una forma de enfrentarse a ella en el momento presente. Tal ejercicio puede ayudarnos grandemente a tratar la realidad del momento de la muerte. Haciéndolo así sabremos apreciar con más calor y atención la riqueza y plenitud que nos ofrece cada uno de los instantes de la vida, que nos resultan todavía más conmovedores al conocer su impermanencia.
Aprendiendo a dejarnos ir en esta vida, aprendemos a vivir cada momento sin pena alguna.  Aprendemos también a tomar decisiones sin dolor. Cada decisión se hace la correcta. Aprendiendo a dejarnos ir en la vida nos olvidamos de nuestros rencores, sabemos perdonar y nos liberamos del resentimiento, de la amargura y la hostilidad. De este modo podemos dar por concluidas nuestras dependencias y liquidamos las pasadas heridas y los viejos hábitos. Así es como morimos sin penas, mientras aprendemos a vivir de una forma nueva. En este preciso momento. Respiración a respiración.

Fuente: El despertar del Buda Interior
             Lama Surya Das

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